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viernes, 12 de abril de 2019

DE LOS PRINCIPIOS CONSTITUTIVOS DE "LA GRAN LOGIA OPERATIVA LATINA Y AMERICANA".


La Masonería vista como una sabia, fuerte y bella dama que recibe la luz directamente del G:. A:. D:. U:. para entregarla a través de ciertas herramientas intelectuales asociadas a la construcción.


Veintisiete años después de su levantamiento de Columnas, los principios constitutivos que llevaron a la fundación de La “Gran Logia Operativa Latina y Americana”, forman parte de la historia secreta de la Masonería, y su aportación a la Orden está presente en los libros y artículos que de  los miembros de sus distintas Logias, surgieron, los cuales siguen siendo "una ayuda, cuando no socorren, en el camino del Conocimiento".   



Escudo de la Gran Logia Operativa Latina y Americana

“La Gran Logia Operativa Latina y Americana es una Federación de Talleres de Europa y América, vinculados con la Tradición, donde se enseña el uso de los útiles para comenzar el trabajo de pulir la Piedra bruta y acercarla a una forma apropiada en consonancia con su Destino. Se llama Operativa por el siguiente hecho: los masones sabemos que nuestro origen, aunque inmemorial, se basa de modo inmediato en el trabajo de los constructores y artesanos de la Edad Media, que produjeron las innumerables construcciones del románico en toda Europa y posteriormente el asombro del gótico manifestado en centenares de catedrales y edificaciones de esas épocas. Esto se extendió hasta mediados del siglo XVII donde paulatinamente la Orden fue tomando un carácter más especulativo y las Guildas comenzaron a aceptar de forma numerosa a miembros que no eran artesanos pasando a ser cuantitativamente más éstos que aquéllos. En ese siglo y comienzos del posterior la Masonería se vió directamente relacionada con la Alquimia, la Tradición Hermética y el movimiento Rosa Cruz, pensamientos e ideas que hicieron que quienes las enunciaban se relacionaran a su vez directa o indirectamente con la Masonería, o que los masones se reclamaran como herederos de ellas. Esta transformación, con el tiempo hizo a los masones mucho más especuladores que artesanos, de acuerdo con el racionalismo imperante en la época. En 1723 se proclamaron las primeras Constituciones llamadas de Anderson; en ellas se modificaron varios de los Old Charges (Antiguos Deberes) y se dio una apertura, si así pudiera decirse, a la libertad religiosa de los masones y aún al planteamiento ideológico de la Masonería que por aquél entonces era cristiano y más específicamente católico. Esto llevó a que muchos católicos renegaran de estas 

Constituciones que no eran aceptadas al comienzo sino por cuatro Logias de Londres, aunque de hecho posteriormente, ya en 1813, se unificaron los Antiguos maestros que no las habían aceptado (por ejemplo por la cercenación del Tercer Grado) con los nuevos, unificándose así el quehacer masónico y conservándose los ritos ancestrales resumidos ahora en los tres Grados simbólicos: Aprendiz, Compañero y Maestro, dando lugar en esa fecha a la constitución de la Gran Logia Unida de Inglaterra. Es así como desembocamos en el siglo XIX donde la Masonería es casi exclusivamente especulativa y donde las ideas de progreso indefinido, laicización, etc., son sustentadas por la gran mayoría de los miembros de las Logias, los cuales también tienden hacia el poder político, lo social (las obras de caridad por ejemplo) y lo económico; sin embargo la transmisión de la Iniciación masónica se ha prolongado hasta hoy, mediante estas adaptaciones al mundo histórico, sin perder lo esencial, en medio de las vicisitudes del siglo XX, reviviéndose una y otra vez los Antiguos Usos y Costumbres provenientes de un tiempo inmemorial. 

Para distinguirnos de las Logias exclusivamente llamadas especulativas es que hemos adoptado el término Operativa. Esto se debe, por otra parte, a la realidad práctica de los trabajos emprendidos por los Talleres de la Gran Logia Operativa Latina y Americana, y aunque hoy no sea nuestro Oficio aplicado directamente a labores manuales sí lo es en cuanto estos utensilios son ahora intelectuales y nos ayudan, cuando no socorren, en el camino del Conocimiento. Ellos son fundamentalmente los símbolos, y la Vía Simbólica -en cuanto ella conforma una serie de enseñanzas y aprendizajes- como mediadora entre los distintos planos de la realidad. Igualmente el rito, tan importante en Masonería, y que es un conjunto de simbolismos en movimiento.

En una calle de Sitges. Barcelona

Nuestra Obediencia, constituida en 1992, que tiene su sede en los Valles de Barcelona, trabaja con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado así como las diferentes Logias que la constituyen y que en un principio eran en su mayoría separadas de otras Obediencias y por lo tanto "salvajes" (es decir, trabajaban "bajo los Auspicios de la Bóveda Celeste"). La Gran Logia Operativa Latina y Americana federa tanto Talleres masculinos como femeninos y mixtos y admite la posibilidad universal del Conocimiento iniciático para hombres y mujeres de toda raza o credo sin exclusión.
Bajo el lema masónico "Libertad, Igualdad, Fraternidad" nos dirigimos a todos nuestros Hermanos, teniendo siempre presente que cualquier tipo de actividad debe efectuarse como es costumbre dentro de las estructuras democráticas, el pensamiento liberal y los derechos humanos”. 




domingo, 2 de septiembre de 2012

SIETE MAESTROS MASONES



PRÓLOGO

 Federico González y Francisco Ariza

Presentamos aquí una selección de planchas y trabajos leídos por los masones que han conformado las distintas Logias de la Obediencia Gran Logia Operativa Latina y Americana. La voz de la Tradición se hace sentir en estos trazados de arquitectura de los distintos miembros de esos talleres, aunque todos finalmente se refieren y culminan en lo mismo: el Gran Arquitecto del Universo.

Esta coincidencia signa las distintas voces y hace que un mismo discurso, una cadencia, que podría ser también un gesto, se advierta a lo largo de esta compilación; no sólo una misma intención, sino también una pareja entonación de un canto riguroso. Son, como se dice en uno de esos trazados, radios emanados de un mismo Centro, evocando así la idea de Armonía con que se realizan los trabajos de una Logia viva, idéntica al Cosmos y a la Inteligencia que lo hace posible.

También fijan modelos de pensamiento y coagulan energías arquetípicas en el seno de la Orden Masónica, que se muestra así como la heredera de una corriente de pensamiento que discurre a lo largo de la historia de Occidente. De los presocráticos y Platón hasta nuestros días, ideas vehiculadas a partir "oficialmente" de comienzos del siglo XVIII, pero cuya existencia, atestiguada por numerosos documentos, la reconocen en la Edad Media y el Renacimiento, y aún antes, como heredera de los collegia fabrorum romanos, vinculados con el simbolismo constructivo y por lo mismo con la Masonería.

Tal vez alguien pueda pensar que los autores de esta selección no han tenido en cuenta el "secreto masónico", ante lo cual diremos, en primer lugar, que la Masonería no es una Orden secreta sino discreta, y en segundo término que el verdadero "secreto" es, como en toda organización iniciática, de naturaleza metafísica y permanecerá por tanto inaccesible sin ser revelado jamás. Por otra parte, aquello que es estrictamente secreto para la Masonería son exclusivamente las palabras de paso, los toques y los signos, y de estos aquí nada se dice.
                   
No sólo hemos mantenido el nombre de Siete Maestros Masones que figuraba en el anterior volumen publicado por esta editorial, Símbolo, Rito, Iniciación: La Cosmogonía Masónica, aclarado que la mayoría de ellos también colaboran en éste, sino que se ha dado lugar igualmente a trazados de nuevos maestros que se han ido sumando a los siete originales y que trabajan en distintos talleres. 

Fuente: La Logia Viva