SIMBOLO, RITO, INICIACION. La Cosmogonía Masónica. Siete
Maestros Masones, Ediciones Obelisco, Barcelona 1982. 280 págs.
De entre los libros recientemente publicados, ya desde su
portada sugerente, sorprende y cautiva de manera especial este volumen anónimo,
atribuido a Siete Maestros Masones.
A medida que se penetra en la lectura de esta obra, surge la
evidencia de ser este un trabajo realizado desde dentro de la Orden Masónica,
ya que como indica el prólogo son "trazados leídos en Logia", por lo
que es claro que la obra fue escrita especialmente para formar parte de las
enseñanzas e instrucción simbólica impartidas en la actualidad en los talleres
masónicos, por lo que queda patente que dicha Orden continúa siendo una
organización iniciática viva y actual.
Herederos del mensaje de la Tradición, como así además dicen
considerarse sus autores, no hay duda de que desde estas páginas logran
transmitir un saber que por su coherencia y didáctica abre de forma gradual y
progresiva la inteligencia del lector hacia la idea que transmiten -la
concepción de la cosmogonía y su conocimiento-, y que en un despliegue de
planteamientos simbólicos no se limitan sólo a la simbólica de la Masonería,
sino que integran y se refieren asimismo a los códigos con que otras
tradiciones manifiestan esa misma idea.
Diríamos que el trabajo de estos Siete Maestros Masones,
resuelve a través de la simbólica de esta Orden, la analogía existente entre
todas las vías iniciáticas, tanto de Occidente como de Oriente, constituyendo
(por su universalidad) el lenguaje y los símbolos masónicos el punto de
encuentro en el que todas ellas se integran y resuelven, lo cual demuestra que
el mensaje masónico no es distinto al revelado por otros pueblos y culturas
tradicionales. Pueden variar los modos y formas de expresión, pero lo
fundamental de sus símbolos, ritos y mitos permanece idéntico, lo cual nos
conduce inevitablemente ante la evidencia de estar ante una Cosmogonía Perenne
o Tradición Unánime, de la que todas las demás proceden por adaptación.
"Trataremos de repetir -dice el texto- con nuestra forma particular, ideas
tradicionales, universales y eternas".
El libro, con los matices propios de un trabajo colectivo,
en nada merma la unidad de pensamiento de sus autores, sino que por el
contrario las voces que lo componen se entretejen armoniosamente configurando
los tonos que dan forma a su contenido trascendente. Por otro lado, no es
extraño que este libro se presente como un trabajo colectivo, ya que ello es
una característica fundamental de la tradición masónica, dándonos la
oportunidad de comprobar cual es la práctica y el tema de estudio de las logias
tradicionales, las cuales -y aquí queda patente- continúan conservando intacto
el legado y la energía espiritual que desde sus orígenes ha conformado a la
Masonería.
Debemos señalar el interesante estudio de dibujos y grabados
que insertados incluso entre líneas, complementan la obra formando parte del
texto, conjugándose con él, no tan sólo como mera ilustración, sino como un
verdadero soporte de meditación y concentración, configurando entre ambos
(texto y grabados) la visión de ser la Masonería un verdadero "Arte Real,
claramente vinculado con el conocimiento de la cosmogonía".
Incurriendo en la pasión que esta obra ha suscitado en
nosotros, debemos decir que es este un libro escrito con amor, pero también con
rigor, pues siendo difícil dirigir un mensaje al corazón del hombre actual, sin
que la mente analítica y racional lo interprete, estos siete autores lo logran,
ya que consiguen poner la inteligencia al servicio de la verdadera intuición
del lector, que aun no aprehendiendo la totalidad de las enseñanzas
transmitidas, sí recibe un shock que le sitúa frente a una realidad otra, y
descubre, si con discernimiento intelectual se aplica a su lectura, que esta
realidad no le es del todo desconocida. Es por ello que podemos aseverar que no
es este un libro dirigido a los masones exclusivamente, sino a todo receptor
cualificado y con ganas de descubrir el misterio de la vida, que es también su
realidad.
Desde aquí, recomendamos esta obra y nos alegramos de
comprobar que en este tiempo de obscurantismo que nos ha tocado vivir a las
generaciones actuales, existen verdaderos transmisores del Conocimiento,
capacitados y dispuestos a despertar la conciencia de aquellos por los que la
Tradición podrá seguir conservando y vehiculando su mensaje. Mª. Angeles Díaz.
Fuente de la reseña: Revista SYMBOLOS.
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