La Masonería vista como una sabia, fuerte y bella dama que recibe la luz directamente del G:. A:. D:. U:. para entregarla a través de ciertas herramientas intelectuales asociadas a la construcción.
Veintisiete años después de su levantamiento de Columnas, los
principios constitutivos que llevaron a la fundación de La “Gran Logia
Operativa Latina y Americana”, forman parte de la historia secreta de la Masonería, y su aportación a la Orden está presente en los libros y artículos que de los miembros de sus distintas Logias, surgieron, los cuales siguen siendo "una ayuda, cuando no socorren, en el camino del Conocimiento".
Escudo de la Gran Logia Operativa Latina y Americana
“La Gran Logia Operativa Latina y Americana es una
Federación de Talleres de Europa y América, vinculados con la Tradición, donde
se enseña el uso de los útiles para comenzar el trabajo de pulir la Piedra
bruta y acercarla a una forma apropiada en consonancia con su Destino. Se llama
Operativa por el siguiente hecho: los masones sabemos que nuestro origen,
aunque inmemorial, se basa de modo inmediato en el trabajo de los constructores
y artesanos de la Edad Media, que produjeron las innumerables construcciones
del románico en toda Europa y posteriormente el asombro del gótico manifestado
en centenares de catedrales y edificaciones de esas épocas. Esto se extendió
hasta mediados del siglo XVII donde paulatinamente la Orden fue tomando un
carácter más especulativo y las Guildas comenzaron a aceptar de forma numerosa
a miembros que no eran artesanos pasando a ser cuantitativamente más éstos que
aquéllos. En ese siglo y comienzos del posterior la Masonería se vió
directamente relacionada con la Alquimia, la Tradición Hermética y el
movimiento Rosa Cruz, pensamientos e ideas que hicieron que quienes las
enunciaban se relacionaran a su vez directa o indirectamente con la Masonería,
o que los masones se reclamaran como herederos de ellas. Esta transformación,
con el tiempo hizo a los masones mucho más especuladores que artesanos, de
acuerdo con el racionalismo imperante en la época. En 1723 se proclamaron las
primeras Constituciones llamadas de Anderson; en ellas se modificaron varios de
los Old Charges (Antiguos Deberes) y se dio una apertura, si así pudiera
decirse, a la libertad religiosa de los masones y aún al planteamiento
ideológico de la Masonería que por aquél entonces era cristiano y más
específicamente católico. Esto llevó a que muchos católicos renegaran de estas
Constituciones que no eran aceptadas al comienzo sino por cuatro Logias de
Londres, aunque de hecho posteriormente, ya en 1813, se unificaron los Antiguos
maestros que no las habían aceptado (por ejemplo por la cercenación del Tercer
Grado) con los nuevos, unificándose así el quehacer masónico y conservándose
los ritos ancestrales resumidos ahora en los tres Grados simbólicos: Aprendiz,
Compañero y Maestro, dando lugar en esa fecha a la constitución de la Gran
Logia Unida de Inglaterra. Es así como desembocamos en el siglo XIX donde la
Masonería es casi exclusivamente especulativa y donde las ideas de progreso
indefinido, laicización, etc., son sustentadas por la gran mayoría de los
miembros de las Logias, los cuales también tienden hacia el poder político, lo
social (las obras de caridad por ejemplo) y lo económico; sin embargo la
transmisión de la Iniciación masónica se ha prolongado hasta hoy, mediante
estas adaptaciones al mundo histórico, sin perder lo esencial, en medio de las
vicisitudes del siglo XX, reviviéndose una y otra vez los Antiguos Usos y
Costumbres provenientes de un tiempo inmemorial.
Para distinguirnos de las Logias exclusivamente llamadas
especulativas es que hemos adoptado el término Operativa. Esto se debe, por
otra parte, a la realidad práctica de los trabajos emprendidos por los Talleres
de la Gran Logia Operativa Latina y Americana, y aunque hoy no sea nuestro
Oficio aplicado directamente a labores manuales sí lo es en cuanto estos
utensilios son ahora intelectuales y nos ayudan, cuando no socorren, en el
camino del Conocimiento. Ellos son fundamentalmente los símbolos, y la Vía
Simbólica -en cuanto ella conforma una serie de enseñanzas y aprendizajes- como
mediadora entre los distintos planos de la realidad. Igualmente el rito, tan
importante en Masonería, y que es un conjunto de simbolismos en movimiento.
En una calle de Sitges. Barcelona
Nuestra Obediencia, constituida en 1992, que tiene su sede en los Valles de Barcelona, trabaja con el Rito Escocés Antiguo y Aceptado así
como las diferentes Logias que la constituyen y que en un principio eran en su
mayoría separadas de otras Obediencias y por lo tanto "salvajes" (es
decir, trabajaban "bajo los Auspicios de la Bóveda Celeste"). La Gran
Logia Operativa Latina y Americana federa tanto Talleres masculinos como femeninos
y mixtos y admite la posibilidad universal del Conocimiento iniciático para
hombres y mujeres de toda raza o credo sin exclusión.
Bajo el lema masónico "Libertad, Igualdad,
Fraternidad" nos dirigimos a todos nuestros Hermanos, teniendo siempre presente
que cualquier tipo de actividad debe efectuarse como es costumbre dentro de las
estructuras democráticas, el pensamiento liberal y los derechos humanos”.